Batería de Voroshílov
Russky Island
La isla Russkiy es famosa no sólo merced a los monumentos naturales, sino las maravillas artificiales, en particular, las obras únicas de fortificaciones, dispersadas por sus terrenos pintorescos. La batería de Voroshílov está entre ellos. Es una verdadera obra maestra de las maquinas de guerra y el orgullo de Vladivostok.
A partir de los años 30, el Extremo Oriente soviético estaba en el peligro constante de la armada japonesa. Las baterías de costa de 180 mm defendían los accesos marítimos de Vladivostok. Pero pese a su funcionamiento y solidez, no podían garantizar el avance de los acorazados de enemigo en caso del ataque súbito por los buques de guerra. Por eso en 1932, las autoridades decidieron fortalecer la defensa de costa de Vladivostok y ordenaron construir la batería de 305 mm en los alrededores de la ciudad.
Una colina en la parte suroeste de la isla Russkiy – cerca de la bahía más grande, Novik– fue escogida para la construcción. Ellos proyectaban la batería de tal modo que no se veía del mar y fue camuflada por el relieve natural. Durante dos años de construcción fue realizada la mayor parte de las obras. Dos torretas de acorazado “Poltava” sirvieron para la batería. La transportación de los detalles del arma militar se realizaba por medio del barco y la vía ferroviaria construida especialmente para esos fines. En 1934, la edificación de la batería de costa fue finalizada, entonces adoptó el nombre de Klimen Voroshílov, un destacado militar y político de la Unión Soviética.
La batería de costa de 305 mm fue la primera y, al mismo tiempo, la última batería tan grande fabricada en la URSS. La ubicación acertada y las fuerzas potentes le convirtieron en una arma casi invulnerable para los enemigos. Las torretas de batería estuvieron conectadas entre sí por el pasillo subterráneo de 250 metros de largo. Cada una albergaba tres pisos de almacenes con los proyectiles, viviendas y dependencias. En virtud del espesor de la cubierta (constituía tres metros), la batería de Voroshílov podía soportar una explosión de bomba aérea que pesaba una tonelada. Sus armas podían batir un objetivo que estaba a 35 kilómetros, al mismo tiempo, los militares podían usar todas seis cañones simultáneamente. El primer disparo de la batería sucedió en 1939, pero cabe mencionar que sólo ejecutaba las pruebas.
La batería de Voroshílov formaba parte de la defensa de las fronteras hasta 1997. Un año después, aquí inauguraron el museo del mismo nombre, la división del Museo militar de la Armada del océano Pacífico. El establecimiento funciona tanto para las excursiones como para las visitas individuales. Su exposición “La isla Russkiy de artillería”, localizada en los recintos de la batería, cuenta con los ejemplares valiosos: mapas de los principios del siglo XX, retratos de los comandantes de la batería de Voroshílov, fotos de la construcción, ejemplares de proyectiles. ¡Sólo después de la visita a los subterráneos y pasillos de la batería se puede entender el poder de esa arma de guerra!
Cómo llegar. Hay que tomar transbordador (el viaje lleva 40 minutos) o barco (20 minutos) en Vladivostok para llegar al museo.
