Faro en el cabo Basarguín
No es nada de sorprender que Vladivostok –una ciudad portuaria– es famosa por sus faros que tienen su propio nombre y una historia incomparable. Así, situado al lado de las puertas marítimas de la ciudad, el Faro Basarguín está considerado uno de los más bellos y más afamados. Ya hace 75 años, representa no sólo una referencia para los navegantes que pasan por el estrecho Bósforo Oriental a la bahía Zolotoy Rog (Cuerno de oro), sino es declarado uno de los símbolos más emblemáticos de Vladivostok.
El faro se encuentra ubicado en el cabo Basarguín que se halla en la extremidad de la península del mismo nombre y se separa la bahía de Patroclo de la bahía de Ussuri. El propio cabo representa una roca cubierta de hierba y unida con la costa por el istmo peñascoso y el acantilado pintoresco. Es bastante abrupto y rodeado por los arrecifes submarinos. La condiciones duras del cabo de Basarguín representa riego que conlleva navegar allí.
Justo por eso en 1937, justificaron la necesidad de inaugurar el faro que indicara el rumbo seguro para los buques que se dirigen al puerto de Vladivostok. El nombre tanto del faro, como de la península y del cabo se debe a Vladimir Basarguín, el conocido vice-almirante, el navegante que viajó alrededor del mundo y el explorador del Golfo de Pedro Grande. La primera torre del faro fue edificada de madera y tuvo una estructura bastante primitiva. Entonces, usaron el fuego de acetileno y por eso primero sirvió de una torre de vigía que destellaba.
20 años después, en su lugar erigieron la torre sólida octogonal de ocho metros y, como la mayoría de los faros, fue pintada a rayas rojas y blancas. Luego, cerca del istmo rocoso construyeron el edifico para la instalación de sonido, nautófono. Actualmente el faro Basarguín destella con el color verde que se ve a diez millas marinas del cabo.
Hoy en día, formando una entrada peculiar a la ciudad junto con el faro de Skriplev, funciona ininterrumpidamente y protege los navegantes contra naufragios en el Bósforo Oriental. Asimismo siempre atrae a los numerosos visitantes y los amantes de la romanticismo marítimo.
No es nada fácil llegar al faro en el cabo Basarguín, ya que el acceso es limitado y el territorio se vigila. Es más fácil llegar aquí individualmente en barco.
