Parque Pokrovsky
Siendo un oasis verde en el centro de Vladivostok, el parque Pokrovsky representa uno de los sitios más amados por los ciudadanos y turistas de la capital marítima. Tanto los jóvenes, como familias con niños y parejas de edad suelen caminar por sus pasillos sombrosos y hacer un alto en la vorágine de la ciudad. Además, la historia misteriosa y extraordinaria del parque sólo le añade lo atractivo.
A finales del siglo XIX, el lugar donde se localiza el parque Pokrovsky estaba en los alrededores. Antes aquí se encontraba el cementerio de la ciudad donde yacían los restos de distintas generaciones de ciudadanos desde el primer vecino de la capital marítimas hasta los militares participados en las revoluciones y la guerra ruso-japonesa. En 1902, cerca elevaron la catedral de Nuestra Señora que en aquel entonces fue el segundo templo parroquial de Vladivostok.
Tras la llegada de las autoridades soviéticas en los años 30 del siglo XX, la iglesia fue explosada y el cementerio cerrado, y su territorio fue ajardinado. Aquí plantaron mucho árboles, trazaron pasillos, instalaron bancos grandes, esculturas, atracciones, pista de niños y de bailes. A inicios de los 90, el parque Pokrovsky obtuvo el estatus conmemorativo y fue decidido restituir su memoria histórica. Además, aquí de nuevo edificaron las iglesias.
Dentro de poco, aquí construyeron el templo de San Juan de Kronstadt y la capilla de San Serafín de Sarov, asimismo en 2007 erigieron la iglesia de Nuestra Señora. Elevado según las normas del estilo ruso antiguo, la sagrada rememora por completo el exterior y el interior del templo explosado. Hace poco, el parque tiene instalado los monumentos a Pedro y Fevronia de Murom, los patrones del matrimonio.
Pese a la historia complicada y contradictoria, el parque conservó su encanto y sigue siendo el sitio amado por los vecinos de Vladivostok.