Monumento a Muraviov-Amurski
Instalado en el parque del mismo nombre –en la cruce de calles Sujanova y Lazo–, el monumento al general gobernador de la Siberia del Este y el fundador de Vladivostok, el conde Nicolái Muraviov-Amurski, es uno de los lugares de interés más nuevos, y sin duda, más emblemáticos para los vecinos. La estatua de bronce en homenaje al hombre de estado que desempeñó el papel clave en la historia del Extremo Oriente ruso fue inaugurado en el centro de la ciudad en verano de 2012.
Nicolái Muraviov fue nombrado el general gobernador de Siberia del Este, una de las provincias más grandes de Rusia, en 1847. Siendo una persona clarividente de gran corazón ruso, de instante, se grangeó máxima autoridad entre los vecinos. Muraviov no cesaba de luchar contra la servidumbre, la actividad financiera ilegal de buscadores de oro, encargaba de la construcción de escuelas y hacía mucho para la población del Extremo Oriente. Además, fue ascético y rechazaba los beneficios que habían aprovechado sus antecesores.
Pero el reto transcendental perteneciente a Nicolái Muraviov, es la restitución de la orilla izquierda del río Amur, cedido a China a finales del siglo XVII. En 1858, negoció magníficamente con el gobierno de Imperio celestial cuyo resultado es el Tratado de Aigun. Según el acuerdo, China cedió a Rusia sus territorios situados a la izquierda del río Amur y en los montes Sikhote-Alin. Cabe señalar que Muraviov logró retornar los terrenos deseados sin aplicar ninguna fuerza militar. Fue ese hecho que inscribió su nombre en la crónica de Rusia y él obtuvo el título de conde de Amur.
No obstante, tres años después de la firma del tratado, el conde Muraviov-Amurski tuvo una disputa con las autoridades capitalinas y se vio obligado a denunciar el estatus del general-gobernador. Después, llegó a París donde vivió veinte años casi sin dejar los marcos urbanos hasta su muerte. Nicolái Muraviov-Amurski fue enterrado en el cementerio de Montmartre. Sólo en 1990, sus restos fueron resepultados en el centro histórico de la ciudad. Entonces, aquí inauguraron el conjunto conmemorativo e instalaron un monumento al general-gobernador.
La estatua de bronce de 4 metros que rememora Nicolái Muraviov-Amurski se alza en el pedestal de granito. El propio fundador de Vladivostok se dirige a la bahía Zolotoy Rog (Cuerno de oro) y es vestido de guerrera de gala con el rollo que simboliza el tratado de Aigun, él mismo que dio a Rusia terrenos amplios arriba del río Amur.
Pronto, en la pared detrás del monumento aparecerán los bajorrelieves que mostrarán las escenas históricas de Krai de Primorie, incluso la firma del tratado territorial entre Rusia y China. Además del monumento, el conjunto conmemorativo cuenta con el sarcófago de granito instalado en el lugar donde yacen los restos del conde Muraviov-Amurski.
Por ahora, hay proyectos inaugurar en el parque una galería dedicada a los descubridores y pioneros del Extremo Oriente ruso.
