Islas del Golfo de Pedro el Grande

El Golfo de Pedro el Grande –el más grande y el más pintoresco del Mar del Japón– es famoso por sus bahías azules, paisajes submarinos fantásticos, playas puras y cabos rocosos. Pero su tesoro principal lo constituye la cadena de las islas misteriosas dispersadas entre las olas marítimas. Unos son conocidos por desempeñar un papel importante en la historia del Krai de Primorie, otros por la naturaleza impecable e inmejorable… Pero ambas representan un sitio de recreo más adecuado para los vecinos y visitantes de Vladivostok.

La isla de Popov

La isla de Popov es la segunda isla más grande –después de Russki– del Golfo de Pedro el Grande. Ubicado a 20 km de Vladivostok, lleva el nombre del almirante Andréi Popov, que dirigía la Armada a mediados del siglo XIX. Es una de las islas más visitadas y más amadas del golfo.

Pese a la ubicación –está muy cerca a la ciudad– ha logrado conservar la naturaleza prístina: grutas particulares, rocas intricadas, bosques seculares y sus habitantes. La mayor parte de la isla es la zona reservada y vigilada. Además, aquí se sitúa la única parte de la Reserva marítima del Extremo Oriente que puede ser visitada. Por añadidura, aquí está el singular museo de naturaleza donde exhiben los ejemplares de la biodiversidad de los animales y los vegetales del Golfo de Pedro el Grande, así mismo se puede visitar el jardín botánico.

Siendo el sitio más visitado de la isla, la bahía Pogranichnaya (literalmente: fronteriza) representa una playa grande. El mar de aquí es muy mero y es caliente por eso es el lugar más adecuado para el recreo con los niños. Además, desde la bahía abren las vistas impecable del Golfo de Pedro el Grande y sus islas numerosas.

Los aficionados a deportes extremos, especialmente boceo, también prefieren descansar aquí. Pues, eso no sorprende nada, ya que la gran variedad de los paisaje submarinos de aquí y la abundancia de bichos siempre atraen a los visitantes. El lugar de interés más vivo es las estrellas del mar que como una alfombra de distintos colores cubren la costa.

Como otras islas del Golfo de Pedro el Grande, la isla de Popov alberga las plazas fuertes construidas en la primera mitad del siglo XX para defender los accesos marítimos a Vladivostok. En particular, ha sido conservada la batería Nº901 que constaba del punto de mande, ubicado en la cima de la colina, y posición de fuego, emplazada en la quebrada profunda.

En la isla funcionan varias bases y casas de recreo.

Cómo llegar. El camino de Vladivostok a la isla en ferry o barco llevará a eso de 1 hora y 40 minutos.

Isla Reyneke

Situada a 25 km de Vladivostok, la isla Reyneke fue bautizada en honor del conocido hidrógrafo Mijaíl Reyneke. Junto con la isla de Popov es uno de los sitios más amados entre los vecinos y visitantes del Krai de Primorie.

Su tesoro principal es la naturaleza única, he aquí: acantilados pintorescos que cuentan con numerosas bahías y lagunas, relieve intricado, mar puro, playas variadas, biodiversidad excepcional. El territorio bastante pequeño de la isla alberga montañas, prados cubiertos por las alfombras llamativas, rocas de colores extraordinarios y grutas fabulosas. De la parte más alta de la isla abren las vistas inmejorables a los paisajes fantásticos y las islas cercanas.

Las playas cómodas y bahías de poca profundidad con el agua pura le convierten a la isla Reyneke en un imán para el recreo durante la temporada alta.

La isla de Putiatin

Localizada a dos pasos de Vladivostok, la isla de Putiatin lleva el nombre del afamado navegante y hombre de estado ruso, Yevfimy Putiatin. Es una de las islas más visitadas del Golfo de Pedro el Grande. Atraídos por los paisajes hermosos, rocas maravillosas y playas arenales, los turistas pueden contemplar la flora y la fauna única: aquí se puede ver ciervos sica, centollas, pulpos, erizos del mar.

Merced a la naturaleza más bella, la isla tiene el apodo ‘el paraíso en la tierra’. Tiene que ver con la realidad, ya que cuando ves el lago Gusinoe ubicado en la isla, cubierto por nenúfares rosadas que vegetan sólo en el Extremo Oriente y son catalogadas en el Libro Rojo.

La isla es conocida merced a las lagunas y bahías aptas para el recreo. Entre ellas, cabe mencionar las bahías Cherepaja (Tortilla), Petuj (Gallo) y Slon (Elefante) que han sido bautizadas debido a los cabos que parecen mucho a esos animales. Otra maravilla es el archipiélago Piat Paltsev (literalmente: cinco dedos) que se extiende hasta la isla Askold. Representan las columnas altas que se yerguen encima de la superficie de agua y que se asemejan mucho a los dedos del gigante y se ven de cualquier parte de la isla. Cerca de esos peñascos se puede ver las aves marítimas.

Además, la isla de Putiatin alberga las ruinas de la mansión familiar del comerciante local, Alexéi Startsev que a finales del siglo XIX tuvo unas fábricas y plantaciones en la islas, asimismo producía famosa vajilla de porcelana. Una vez, la isla contaba con los jardines de árboles frutales, vedado de siervos, viveros de zorros, granja de visón y potrero.

En la isla de Putiatin se puede aprovecharse de distintas modalidades del recreo: paseos a pies por la litoral rocosa, boceo, pesca en los barcos, playas.

Cómo llegar. Se puede llegar al pueblo Dunái, desde donde en ferry llegar a la isla.

Isla de Rikord

Bautizada en honor del almirante y viajero Piotr Rikord, la isla de Rikord es la isla desierta más grande del Golfo de Pedro el Grande. Merced a la naturaleza excepcional, agua pura y playas espléndidas, representa un sitio más apropiado para el recreo veraneante.

Las playas de la isla constan mayoritariamente de guijas compuestas por concentrado en bolas rosadas. La línea costera es muy cortada. El mundo submarino rico de la isla de Rikord le convierte a un verdadero imán para los aficionados a boceo. En sus aguas habitan muchos peces de diferentes especies, almejas y vieiras, pepinos de mar y trepang. También se puede encontrar sello manchado, delfines y, si tienes suerte, una la ballena. En la isla nidifican aves marítimas: petreles, gaviotas de cola negro y rinocerontes. Y en las cimas de rocas se puede admirar cormoranes pelágicos.

La mayor parte de la isla está cubierta por los bosques frondosos compuestos por roble y tilo. Ellos casan con los prados donde florecen irises, lilas y campanillas. Los macizos rocosos pintorescos de colores rojos y negros añaden lo atractivo a la isla.

En verano, en la isla de Rikord funciona el camping y campamento para niños.

Cómo llegar. No hay ferrys que vendrían a la isla de Rikord, por eso la única vía de llegar a la isla es aprovechar los barcos privados.

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